La leyenda del Kakuy es una historia misteriosa que ha sido transmitida de generación en generación. Este relato está relacionado con el Kakuy, un ave nocturna también conocida como Urutaú. Esta ave se caracteriza por su capacidad de camuflaje con la corteza de los árboles y ramas secas, lo que la hace pasar desapercibida para muchos.
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Origen del nombre Cacuy
El Kakuy, también conocido como Cacuy, es una especie de ave nictibiforme de la familia Nyctibiidae que se encuentra en Centroamérica y Sudamérica. Su nombre científico es Nyctibius griseus y tiene varias denominaciones en diferentes regiones. Entre ellos se encuentran ave bruja, acudo, nictibio, guajojó, potoo, perosna, urutaú común, guaiguîgué, pájaro fantasma, pájaro bruja, pericoligero, pájaro estaca menor, ayaymama, bien parado o estaquero común.
El Kakuy es un ave de tamaño mediano, con una longitud de aproximadamente 34 cm. Su apariencia se caracteriza por su forma facial distintiva y su plumaje pálido grisáceo tirando al castaño, finamente rayado con negro. Durante el día, permanece erguido e inmóvil en un tocón de árbol, mimetizándose con su entorno. Al anochecer, emite un silbido largo y melancólico seguido de cortas notas decrecientes. Sus ojos son de color rojo intenso, lo que le da un aspecto misterioso.
Comportamiento del Kakuy
El Kakuy es una especie sedentaria que habita en bosques abiertos y sabanas. Se alimenta principalmente de insectos, los cuales captura desde una posición elevada, similar a un alcaudón o tiránido. Durante el día, el macho se encarga de calentar y cuidar el huevo, mientras que la hembra asume esta responsabilidad durante la noche. La incubación dura aproximadamente 33 días.
Esta ave es conocida por su canto característico, el cual se asemeja al lamento de un niño que dice ¡ay, ay, mamá!. En diferentes regiones, se le atribuyen distintos nombres comunes. En Ecuador se le conoce como punta estaca, en Colombia como pájaro bruja, en Perú como ayaymama, en Bolivia como guajojó y en Argentina como kakuy o vieja del monte. En inglés, se le conoce como potoo.
Leyendas asociadas al Kakuy
Leyenda del Kakuy en Perú
Según la leyenda peruana, una epidemia azotaba a una comunidad nativa. Una madre, sintiéndose enferma, decidió llevar a sus dos hijos a un monte lejano para protegerlos. Sin embargo, los niños se perdieron en el bosque y anhelaban poder volar para encontrar a su madre. El espíritu de la selva los transformó en aves, y desde entonces, vuelan sin cesar y emiten su canto lastimero en busca de su madre.
Leyenda del Kakuy en Argentina
En la leyenda argentina, se cuenta la historia de una niña malvada que maltrataba a su hermano. Harto de su crueldad, el hermano la llevó al bosque y la dejó en la copa de un árbol al cortar todas las ramas. La niña, asustada y sola, rompía a llorar llamando a su hermano. Según la leyenda, su llanto se convirtió en el canto del Kakuy, que se escucha en los bosques argentinos.
Leyenda del Kakuy en Bolivia
En Bolivia, la leyenda cuenta que el Kakuy era una joven hija de un brujo. Cuando descubrió que su padre había matado a su amado, lo enfrentó y él la convirtió en ave como castigo. Desde entonces, el canto del Kakuy se considera un presagio de muerte y trae mal augurio a quienes lo escuchan.
Leyenda del Kakuy en Paraguay
En Paraguay, la leyenda del Kakuy está relacionada con una joven que se enamoró de un hombre enviado por Tupã, el dios guaraní. Sin embargo, el esposo tenía la capacidad de convertirse en sol y solo regresaba a casa después de la puesta del sol. Cuando la joven reveló su secreto, desapareció y ella se convirtió en un Kakuy. Desde entonces, el Kakuy se posa en la copa de los árboles y emite su canto lastimero.
Estas leyendas del Kakuy reflejan la fascinación que esta ave nocturna ha despertado en diferentes culturas a lo largo del tiempo. Su misteriosa apariencia y su canto melancólico han alimentado la imaginación de las personas, convirtiéndola en una figura legendaria en la mitología de diferentes países.