El Virrey Cisneros, cuyo nombre completo era Baltasar Hidalgo de Cisneros y la Torre, fue un personaje clave en la historia de Argentina durante el período de la colonia española. Nació en 1755 en Cartagena, España, y se unió a la carrera naval en 1770. Su actuación más destacada fue en la famosa batalla de Trafalgar contra los ingleses en 1805, donde resultó gravemente herido y perdió gran parte de su capacidad auditiva. Posteriormente, se unió a la resistencia española contra la invasión napoleónica en mayo de 180
El nombramiento como Virrey del Río de la Plata
En febrero de 1809, Cisneros fue nombrado Virrey del Río de la Plata en reemplazo de Liniers. Una de sus primeras medidas fue ordenar una durísima represión contra las rebeliones patriotas de Chuquisaca y La Paz. Además, autorizó el libre comercio por el puerto de Buenos Aires, presionado por los grupos de ganaderos exportadores. Esto tuvo como consecuencia un aumento en la actividad conspirativa de los grupos patriotas.
Para controlar y reprimir a los revolucionarios, Cisneros creó un Tribunal de Vigilancia Política. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos por ocultar las noticias que llegaban de España sobre la caída del poder español, se vio obligado a informar al pueblo. Esto llevó a la convocatoria del Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810, donde se decidió la creación de la Primera Junta de Gobierno.
La importancia de Cisneros en la historia de Argentina
Cisneros fue un personaje polémico en la historia de Argentina. Para la Junta Central de Sevilla, el virrey Liniers no era una figura simpática y su designación como virrey por la voluntad popular tampoco era bien vista. Sin embargo, los criollos veían en Liniers la oportunidad de aprovechar las grietas en el poder virreinal para impulsar la independencia.
Cisneros representó un retroceso para los criollos, ya que no avalaban la administración de Liniers pero consideraban que había abierto brechas en la estructura del poder virreinal. Aunque su llegada fue celebrada por los funcionarios españoles y los monopolistas, para los criollos significaba la pérdida de la oportunidad de avanzar hacia la independencia.
El intento de resistencia de Liniers y el ascenso de Cisneros
Belgrano intentó convencer a Liniers de que no entregara el mando, argumentando que la autoridad que lo despojaba no era legítima. Sin embargo, Liniers no mostró espíritu ni reconocimiento hacia los americanos que lo habían apoyado. A pesar de esto, entregó el mando y Cisneros asumió como virrey.
La llegada de Cisneros confirmó las esperanzas de los españolistas, ya que rearmó las milicias peninsulares disueltas tras la rebelión del 1° de enero de 180Además, liberó a Álzaga y designó a Elío como subinspector general de las tropas del Plata. Esto generó que muchos jefes del partido patriota quedaran subordinados a un jefe ultrarreaccionario.
El virrey Cisneros desempeñó un papel importante en la historia de Argentina como el último virrey español en el Río de la Plata. Su llegada al poder representó un retroceso para los criollos, quienes veían en Liniers la oportunidad de avanzar hacia la independencia. A pesar de su intento de controlar y reprimir a los revolucionarios, el Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810 marcó el comienzo de la lucha por la independencia de Argentina.