Mendoza, una de las provincias más importantes de Argentina, tiene una historia rica y maravilloso que se remonta a la época de los aborígenes huarpes y la llegada de los colonizadores españoles. En este artículo, exploraremos la historia de Mendoza, desde su fundación hasta su desarrollo económico y político.
Orígenes indígenas y la llegada de los Incas
Antes de la llegada de los españoles, el área donde se encuentra la actual Mendoza era conocida por los aborígenes huarpes como Valle de Huentata o Huentota. Además, esta zona fue la frontera sur del Tahuantinsuyo, el imperio Incaico. Aunque no se sabe con certeza la fecha exacta en que los Incas llegaron a esta región, se estima que fue alrededor de 1481, unos setenta años antes de la llegada de los españoles.
Los Incas ayudaron a los huarpes a reorganizar su sistema hídrico, ya que tenían un mayor conocimiento técnico en este campo. Se cree que los huarpes aprovecharon las fallas geológicas preexistentes y construyeron acequias para el riego, una técnica que posiblemente aprendieron de los Incas. Estas estrategias adaptativas permitieron a los huarpes aprovechar al máximo los recursos hídricos de la región.
La fundación de Mendoza por los colonizadores españoles
En 1561, el Capitán Pedro del Castillo lideró una expedición desde Chile y fundó la ciudad de Mendoza con el nombre original de mendoza, nuevo valle de rioja. La ciudad tenía una traza mínima de 5 por 5 manzanas y una plaza central, que actualmente es la Plaza Pedro del Castillo. Dado que Mendoza se encuentra en una zona semi desértica con poca lluvia, fue necesario utilizar las acequias indígenas existentes para el suministro de agua, tanto para consumo humano como para la agricultura.
Pronto, Mendoza se convirtió en una ciudad agrícola y comercial, lo que le permitió sobrevivir y prosperar a pesar de estar alejada de los centros de civilización. Hacia 1575, Mendoza ocupaba el puesto número 132 entre las 260 ciudades americanas. Además, la ciudad se convirtió en un importante punto de paso en la ruta comercial y de tráfico de esclavos entre Buenos Aires, Santiago de Chile y Lima, la capital del Virreinato del Perú.
La pertenencia a diferentes virreinatos y el crecimiento de la ciudad
Mendoza fue parte del Corregimiento de Cuyo de la Capitanía General de Chile desde 1561 hasta 1776, cuando se incorporó al recién creado Virreinato del Río de la Plata, que es la actual Argentina. Esta vinculación con Chile y el Pacífico influyó en la economía y la cultura de Mendoza.
La ciudad colonial de Mendoza estaba compuesta por construcciones de adobe y barro, de una sola planta y techos planos. Las calles eran estrechas y no tenían árboles. La presencia del General San Martín, primero como gobernador y luego como líder del Ejército de los Andes, dio prestigio a la ciudad y la sacudió de su tranquila vida provinciana.
En 1861, un devastador terremoto destruyó la ciudad de Mendoza. A pesar de la falta de recursos, la ciudad fue reconstruida en un período de más de veinte años, lo que fortaleció la determinación y la resiliencia de sus habitantes. Este evento también marcó el inicio de la Mendoza moderna y el desarrollo de un nuevo proyecto urbano.
El crecimiento económico y político de Mendoza
En 1885, dos eventos importantes marcaron la historia de Mendoza. Por un lado, comenzó la limpieza de escombros de la antigua ciudad pre-terremoto, y por otro lado, se inauguró el ferrocarril que conectó Mendoza con Buenos Aires y el resto del país. Estos eventos impulsaron el crecimiento económico y político de la provincia.
En el siglo XIX, Mendoza experimentó un cambio en su modelo económico, pasando de la producción de harina y ganado al desarrollo de la industria vitivinícola. Este cambio aprovechó las ventajas comparativas de la región y contribuyó al éxito económico de Mendoza.
A lo largo de su historia, Mendoza ha sido gobernada por diferentes líderes políticos y ha logrado consolidarse como una ciudad y provincia moderna y próspera. Su resiliencia frente a desastres naturales y su capacidad para adaptarse a los cambios económicos y sociales han sido clave en su desarrollo.
La historia de Mendoza es una historia de superación y desarrollo. Desde sus orígenes indígenas hasta su fundación por los colonizadores españoles, la ciudad ha enfrentado desafíos y ha sabido adaptarse a las circunstancias. Su crecimiento económico y político la ha convertido en una de las provincias más importantes de Argentina. Mendoza es un ejemplo de resiliencia y determinación, y su historia continúa escribiéndose con cada nuevo capítulo.