El Teatro Abierto fue un movimiento de resistencia cultural que tuvo lugar en Argentina durante la última dictadura militar (1976-1983). Surgió como respuesta a la censura y la prohibición de obras de teatro argentinas en las salas oficiales. El objetivo del Teatro Abierto era visibilizar la dramaturgia argentina y recuperar a un público masivo a través de espectáculos de alta calidad y precios accesibles.
El incendio del Picadero y la resistencia del grupo de artistas
El Teatro Abierto tuvo su primera función el 28 de julio de 1981 en el Teatro del Picadero, en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, apenas una semana después, el teatro fue atacado con bombas incendiarias por un comando de la dictadura militar. A pesar de este acto de violencia, el grupo de artistas no se dejó intimidar y recibió el apoyo de la comunidad cultural. Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato enviaron sus adhesiones, y más de 20 dueños de salas teatrales ofrecieron sus instalaciones para continuar con las funciones.
Finalmente, el Teatro Abierto continuó sus presentaciones con gran éxito de público en el Teatro Tabarís de la avenida Corrientes hasta 1985, año en que finalizó el ciclo.
Contexto político y cultural de la época
El contexto que dio origen al movimiento de Teatro Abierto fue la eliminación de la cátedra de Teatro Argentino Contemporáneo en la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD), así como la prohibición que sufrían los actores, actrices y directores que figuraban en listas negras. Además, el director del Teatro San Martín, Kive Staiff, no incluía obras de autores nacionales en sus salas y declaraba que no había autores argentinos.
Ante esta situación, el Teatro Abierto se convirtió en una respuesta colectiva y valiente de los artistas argentinos para enfrentar la censura y la represión. A través de sus obras, buscaban denunciar la represión, el autoritarismo y la problemática de los desaparecidos.
Obras y protagonistas del Teatro Abierto
El Teatro Abierto tuvo tres ediciones durante la dictadura y dos más después de la recuperación de la democracia en 198Las obras eran nuevas y de autores argentinos, y se representaban hasta tres por día, con una duración de aproximadamente una hora cada una. Algunas de las obras más destacadas fueron gris de ausencia de Roberto Cossa, papá querido de Aída Bortnik, decir sí de Griselda Gambaro, y el acompañamiento de Carlos Gorostiza.
Entre los actores y actrices que participaron en el Teatro Abierto se encuentran Ulises Dumont, Carlos Carella, Rita Cortese, Cipe Lincovsky, Patricio Contreras, Virginia Lago, Pepe Soriano, Onofre Lovero, Inda Ledesma, Manuel Callau y Mirtha Busnelli.
El legado del Teatro Abierto
El Teatro Abierto fue más que un movimiento teatral. Fue una manifestación política y una resistencia cultural que significó la salida del silenciamiento impuesto por la dictadura militar. A través del arte, los artistas argentinos demostraron la existencia y vitalidad del teatro argentino, y lograron recuperar a un público masivo que había sido excluido por la censura.
En palabras del maestro Carlos Gorostiza, uno de los protagonistas del Teatro Abierto: los años que tuvimos de dictadura militar han dejado un sedimento tremendo que llevará mucho tiempo corregir. en los momentos más graves de la humanidad es cuando aparecen las cosas fuertes del arte. cuando la ética está tambaleando aparece la estética, compensa la ausencia de los valores éticos.